BIM en el departamento de estudios: la puerta de entrada en la constructora

La transformación digital en el sector AECO (Architecture, Engineering, Construction and Operations) avanza a dos velocidades. Mientras la fase de diseño ha abrazado el modelado 3D, el uso de BIM en el departamento de estudios de muchas constructoras sigue siendo un territorio por conquistar.

A menudo nos encontramos con una desconexión: se reciben modelos ricos en geometría y datos, pero el técnico de estudios, presionado por los plazos de la licitación, sigue trabajando sobre planos 2D y hojas de cálculo desconectadas. El objetivo no es convertir al técnico de estudios en un modelador experto, sino integrar la tecnología en su flujo de trabajo para que deje de ser un obstáculo y se convierta en su mayor ventaja competitiva.

El cuello de botella tradicional en las licitaciones

Cualquier profesional que haya trabajado en el departamento de estudios de una constructora conoce la presión de una licitación. Los plazos son ajustados, la documentación es ingente y, a menudo, contradictoria. El técnico debe analizar el proyecto, detectar incongruencias, pedir precios a subcontratas y cerrar un presupuesto con un margen de beneficio muy ajustado.

En este escenario de estrés, si llega un modelo BIM, a menudo se ignora. ¿Por qué? Porque las herramientas de visualización son complejas, requieren licencias costosas o el ordenador del técnico no tiene la potencia gráfica necesaria. El resultado es una pérdida de oportunidad masiva: la información geométrica y de datos que facilitaría la comprensión del proyecto se queda «encerrada» en un archivo que nadie abre, volviendo al método tradicional de medir sobre PDF.

Integración real: cómo aporta valor el BIM en el departamento de estudios

Para que la adopción tecnológica sea un éxito, debemos cambiar el enfoque. La clave del BIM en el departamento de estudios no es añadir tareas de diseño, sino facilitar la explotación de datos. Cuando integramos el modelo en la fase de licitación mediante plataformas accesibles, el valor es inmediato en tres áreas clave:

Detección visual y comprensión del proyecto

El cerebro humano procesa imágenes mucho más rápido que texto o líneas en 2D. Un modelo 3D permite al técnico entender la complejidad de la obra, la logística de implantación y las interferencias constructivas en minutos, algo que le llevaría horas analizando decenas de planos de planta y sección.

Mediciones y fiabilidad del dato

Uno de los mayores riesgos en una oferta es el error en la medición. Al vincular el presupuesto con el modelo, podemos extraer cantidades directamente de la geometría.

Esto no elimina la necesidad del criterio del técnico (el modelo no siempre es perfecto), ya que los modelos de diseño suelen requerir un filtrado previo y la herramienta debe permitirte seleccionar y agrupar visualmente para extraer mediciones fiables, sin confiar ciegamente en el dato bruto del diseñador» pero agiliza drásticamente el conteo de elementos y la comprobación de superficies, permitiendo dedicar más tiempo a la estrategia de precios y menos a tareas administrativas.

Planificación de lotes de contratación

Visualizar el modelo permite agrupar partidas de forma gráfica para preparar los paquetes de contratación. Podemos filtrar por materiales o niveles para enviar a los industriales información gráfica precisa de lo que deben presupuestar, reduciendo la incertidumbre de la subcontrata y, por tanto, afinando el precio final.

¿Y si no hay modelo? El técnico de estudios como generador de valor

Existe el mito de que, si el arquitecto o la propiedad no entregan un modelo BIM, el departamento de estudios no puede trabajar con esta metodología. Esto es falso.

Un técnico de estudios con las herramientas adecuadas puede levantar modelos esquemáticos de forma rápida. No se necesita un modelo con un nivel de detalle fotorrealista; basta con volúmenes capaces de arrojar datos sobre metros cúbicos de hormigón, superficies de fachada o repercusiones de acero.

Aunque cada vez es más común ver constructoras que apuestan por equipo de oficina técnica con capacidades BIM que dan apoyo BIM no sólo en obra sino también en fase de licitación.

Esta oficina técnica audita y corrige los modelos recibidos antes de pasárselos al técnico de estudios, y también genera modelos desde cero con mayor detalle que puede generar el técnico de estudios sin ayuda.

Para que el BIM aporte valor real en la fase de estudio, es fundamental entender que el técnico de licitaciones no trabaja solo. La integración exitosa suele apoyarse en una Oficina Técnica que actúa como puente.

Esta simbiosis entre el técnico de estudios y la capacidad de modelado de la oficina técnica permite pasar del «número gordo» en Excel a un dato geométrico trazable y defendible ante la propiedad.

Casos de éxito: digitalizando la licitación en el mundo real

La teoría sobre la integración del BIM en el departamento de estudios está muy bien, pero la mejor forma de entender su impacto es analizar cómo lo están haciendo las empresas líderes del sector. A continuación, mostramos dos enfoques diferentes apoyados en tecnología desarrollada por hiberus:

1. Grupo Lobe: Control de costes desde el anteproyecto

Grupo Lobe, una referencia en el sector Build to Rent y certificación Passivhaus, entendió que la eficiencia económica no se consigue solo en la obra, sino mucho antes.

Su caso de éxito se basa en una herramienta que cubre todo el ciclo de vida, poniendo un foco especial en el análisis de costes en fases tempranas. Al ser una promotora-constructora centrada en vivienda, su necesidad pasaba por tener un control exhaustivo del presupuesto casi a partir de un anteproyecto.

Gracias a la integración de sus sistemas, sus técnicos pueden realizar estimaciones precisas y simulaciones de costes operativos y de construcción antes de mover una sola piedra. Esto les permite tomar decisiones de diseño basadas en el impacto económico real, garantizando la viabilidad de sus promociones Passivhaus. ·

Para más información: Conoce el caso de éxito de Grupo Lobe y la optimización del sector construcción.

2. Eigo: La gestión integral de licitaciones y subcontratas

En el sector de la construcción logística e industrial, los plazos son aún más críticos. El caso de Eigo ilustra cómo una plataforma digital puede transformar el caos de las ofertas de subcontratas en un proceso ordenado y datificado.

La solución implementada permite una trazabilidad total del dato económico vinculado al proyecto:

• Integración BC3 y visualización 3D: El técnico sube el archivo BC3 (formato estándar de presupuestos como Presto) y la plataforma replica la estructura de capítulos y partidas. Esto se combina con un visor 3D que permite comprender el alcance geométrico de cada partida.
• Gestión de lotes y proveedores: La herramienta facilita la agrupación de partidas en «lotes» de contratación. Estos paquetes se envían automáticamente a los proveedores homologados, quienes reciben información precisa y gráfica de lo que deben ofertar.
• Comparativos inteligentes e IA: Aquí reside una gran innovación. Los proveedores pueden introducir sus precios directamente en la plataforma, garantizando homogeneidad. Pero, si una subcontrata tradicional prefiere enviar su oferta por email, el sistema cuenta con una Inteligencia Artificial que interpreta el correo, extrae los datos y los vuelca automáticamente en el comparativo.

El resultado es un cuadro comparativo donde el técnico de estudios puede ver, de un vistazo, el ranking de proveedores y las desviaciones, ahorrando cientos de horas administrativas. ·

Para más información: Descubre el caso de éxito de la solución CDE para los procesos de obra de Eigo.

Conclusión

La tecnología no viene a sustituir el criterio del técnico de estudios, sino a liberarlo de tareas mecánicas. Ya sea mediante el análisis temprano de costes como hace Grupo Lobe, o mediante la automatización de comparativos y gestión de lotes como hace Eigo, el futuro del sector pasa por herramientas que conecten presupuesto, modelo 3D y gestión de proveedores.

La verdadera adopción del BIM en una constructora no llegará forzando a los técnicos a ser modeladores, sino dándoles herramientas que integren la inteligencia del modelo en su trabajo diario. No se trata de añadir una tarea más, sino de potenciar las que ya hacen, convirtiendo los datos en decisiones más rápidas, fiables y rentables.