El pasado 28 de febrero de 2019, se publicó la nueva norma española UNE19602 en materia de Compliance Tributario, una demostración más de que la función de compliance dentro de la empresa ha llegado para quedarse. Esta norma se une a las ya existentes 19601 en materia de Compliance Penal, 19600 donde se establecen las normas para un sistema de gestión de compliance y 37001 para sistemas de gestión antisoborno.
Nueva norma española UNE 19602 sobre Sistema de Gestión de Compliance Tributario
En relación a la nueva norma 19602, esta mantiene la esencia de sus primas hermanas 19601 y 19600, centrándose en mitigar los riesgos relativos a un incorrecto control sobre los procedimientos tributarios que den lugar a contingencias tributarias y a riesgos relacionados con la interpretación de la norma que no sea compartida por la administración tributaria de turno y que conjuntamente pueden dar lugar a sanciones administrativas de distinta índole pasando por sanciones penales contra la organización por comisión de delitos contra la hacienda pública, o afecciones fiscales relativas a pago de intereses de demora, sanciones, etc.
Si no queremos que la administración tributaria correspondiente, interprete un posible error en nuestras obligaciones fiscales como un error con ánimo defraudatorio, hecho que es más que posible debido a las constantes modificaciones legislativas, se hace altamente recomendable implementar el compliance tributario. Si bien, todavía no se han definido los posibles beneficios o atenuantes que ante un organismo regulador la implementación del compliance tributario puede tener, si que podemos entender que tendrá mayor validez de presunción de veracidad ante el mismo.
Al igual que la norma 19601 de compliance penal, esta norma establece la necesidad de establecer controles (financieros y no financieros) para mitigar los posibles riesgos fiscales definidos, establecer un sistema de evaluación continua de la eficacia de los controles (auditorias periódicas), involucrar a toda la organización y que de una manera constante vaya creando una cultura corporativa de prevención y cumplimiento.
Una nueva figura: Tax Compliance Officer
Se identifica la existencia de la figura del “Tax Compliance Officer” responsable encargado de vigilar el correcto funcionamiento y cumplimiento de los controles y que al igual que sucede con el “Officer Compliance Penal” este puede ser designado internamente o bien contratar un servicio externo y especializado, así como la creación del “comité de compliance tributario” que impulse y supervise la implementación de esta nueva norma.
También se establece la creación de un canal de comunicación que, igual que sucede con un Canal de Denuncias, permita a los miembros de la organización o terceros, informar de forma anónima de posibles irregularidades o incumplimientos que puedan materializarse en riesgos tributarios, manteniendo en todo momento el anonimato y confidencialidad del informante.
Todas estas normas junto a las propias normativas internas, normativas propias del país donde se estén desarrollando negocios o las propias normas que nuestros clientes, proveedores o socios nos imponen, hacen que la función de compliance cada vez sea más compleja, de mayor dedicación y especial vigilancia.
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